La Realidad Se Está Desmoronando

“La realidad se está desmoronando,” afirma Jane McGonigal, “y necesitamos hacerla funcionar más parecida a los juegos.” A medida que llevo más tiempo trabajando en WordUp, más concuerdo con ella. Cuando comencé el proyecto que hoy en día se llama Stranded on Babel, no entendía realmente la importancia de lo que estaba haciendo: unir un juego a la realidad.

Jane McGonigal, como dice en su sitio web, tiene un doctorado en Estudios de Desempeño de la Universidad de California de Berkeley y “…es una mundialmente reconocida diseñadora de juegos de realidades alternativas — o juegos que son diseñados para mejorar la vida y resolver problemas reales.

He visto cuatro veces su video Gaming Can Make a Better World (“Los Juegos Pueden Mejorar el Mundo”) y cada vez el mensaje era más potente. He estado pensando bastante sobre la monotonía en el mundo y cómo se podrían mejorar varios trabajos y áreas de investigación a través de los juegos. Las dos preguntas que consumen mi mente son:

  1. ¿Cuál actividad podría ser adoptada como mecánica del juego para provocar el mayor impacto?
  2. ¿Con cuál actividad común y corriente sería más factible hacer un juego de alta calidad?

Para mí, la respuesta a ambas preguntas es la misma: aprendizaje de idiomas. Explicaré más sobre esto en las próximas entradas.

Parafraseando el Video

Para parafrasear el video, en promedio los jóvenes de países desarrollados han dedicado 10.000 horas a jugar antes de cumplir 21 años. Curiosamente, 10.080 horas es la cantidad de tiempo que pasan en las escuelas desde quinto grado hasta que se gradúan. Si es que nunca faltaran a clase. McGonigal llama a este fenónemo “vía paralela de la educación.” La gente le está dedicando la misma cantidad de tiempo a aprender cómo ser un jugador mejor tanto como a estudiar cualquier otro tema. Malcolm Gladwell acuñó el término “virtuoso” para referirise a alguien que se ha hecho experto en un tema tras dedicarle más de diez mil horas de práctica. McGonigal prácticamente considera que la generación de hoy en día está compuesta en su mayoría por “jugadores virtuosos”.

Según McGonigal, estos “virtuosos” tiene cuatro habilidades clave:

(1) Optimismo impulsivo – “el deseo de actuar inmediatamente creyendo que tiene grandes posibilidades de triunfar”

(2) Tejido social – “los jugadores son tejedores de un apretado tejido social… Jugar en equipo crea lazos, confianza y cooperación.”

(3) Dichosos productores – “somos más felices cuando trabajamos arduamente que cuando estamos relajados o paseando. Los jugadores están dispuestos a trabajar todo el tiempo si es que se les da el trabajo indicado.”

(4) Significado épico – “los jugadores amar involucrarse en misiones impresionantes.”

En escencia, “los jugadores son individuos empoderados por la esperanza. Cada uno es capaz de cambiar el mundo.”

El único problema

“El único problema es que creen que son capaces de cambiar mundos virtuales y no el mundo real.” El resultado: “La realidad se está desmoronando,” dice Jane McGonigal, “y necesitamos hacerla funcionar más parecida a los juegos.”

En las próximas entradas explicaré por qué considero que el aprendizaje de idiomas es la actividad más beneficiosas a nivel social y más factible de transformar en un juego.

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